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Mis padres no me daban ningún margen para compadecerme de mí mismo. Me decían 'vete a jugar con tu hermano, súbete a un árbol, tírate de la moto, haz lo que quieras. No vengas llorando cuando te arañen. Tienes piernas ortopédicas, eso está muy bien.
Mis padres no me daban ningún margen para compadecerme de mí mismo. Me decían 'vete a jugar con tu hermano, súbete a un árbol, tírate de la moto, haz lo que quieras. No vengas llorando cuando te arañen. Tienes piernas ortopédicas, eso está muy bien.