-
El cuerpo y la mente cambian continuamente y, de hecho, no son más que nombres de una serie de fenómenos cambiantes, como ríos cuyas aguas están en constante estado de flujo, pero que presentan la apariencia de corrientes ininterrumpidas. Cada partícula de este cuerpo cambia continuamente; nadie tiene el mismo cuerpo durante muchos minutos seguidos, y sin embargo pensamos que es el mismo cuerpo.