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El ritmo de la vida es dar y recibir. Es necesario devolver cosas al sistema. No hacerlo es ensuciar tu propio nido: consumir todos los recursos naturales con avaricia.
El ritmo de la vida es dar y recibir. Es necesario devolver cosas al sistema. No hacerlo es ensuciar tu propio nido: consumir todos los recursos naturales con avaricia.