-
Soy el dueño de mis elecciones. Yo soy la fuente de las perspectivas que elijo mantener, independientemente de lo consciente que sea de por qué o cómo he llegado a poseer esa perspectiva en particular. Hace falta valor para mirarse en el espejo del alma, sin excusas. Me miraré en ese espejo poco a poco. VER y ACTUAR. VER lo que puedo soportar ver y ACTUAR sobre lo que soy capaz de ver. Este es el núcleo de una amable invitación a la responsabilidad personal.