Autores:
  • Ya había tomado un compañero una vez, pero, maldita sea, no importa cuántas veces te quemes los dedos, tienes que confiar en la gente. De lo contrario eres un ermitaño en una cueva, durmiendo con un ojo
    abierto.

    Robert A. Heinlein (1959). “The Door Into Summer”, Roc