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Creo que tiene que haber una sexualidad subyacente. Tiene que haber una perversidad en la ropa. Hay una agenda oculta en la fragilidad del romance. Es como una historia de O. No me gusta que las mujeres parezcan ingenuas. Tiene que haber un aspecto siniestro, ya sea melancólico o sadomasoquista. Creo que todo el mundo tiene una sexualidad profunda, y a veces es bueno usar un poco de ella -y a veces mucho-, como una mascarada.