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Entrenaba menos de tres cuartos de hora, quizá cinco días a la semana, no tenía tiempo para más. Pero se trataba de calidad, no de cantidad, así que no perdía el tiempo haciendo footing, nunca.
Entrenaba menos de tres cuartos de hora, quizá cinco días a la semana, no tenía tiempo para más. Pero se trataba de calidad, no de cantidad, así que no perdía el tiempo haciendo footing, nunca.