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Has leído libros muy buenos, estoy seguro; hay un libro excelente, sin embargo, que nunca envejece; es el que Dios ha escrito en cada planta, en cada grano de arena, en ti mismo; es el libro del amor divino. Da, pues, tu preferencia a ese hermoso libro y añádele algunas páginas de admiración y agradecimiento. Lee y comprende todos los demás libros a la luz de éste.