-
Quiero comenzar mis reflexiones diciendo que dirijo este servicio de oración y me dirijo a ustedes ahora con gran reticencia. No he querido entrar en ninguna polémica y no me gusta formar parte de ella. Pero he reflexionado y rezado mucho sobre este asunto, lo que me ha llevado a la convicción de que Dios me llama a hablar y a dirigir estas oraciones.