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  • La mente humana prefiere algo que puede reconocer a algo para lo que no tiene nombre, y, mientras que miles de personas llevan anteojos de campo para acercarse a caballos, barcos o campanarios, sólo unos pocos llevan incluso el más simple microscopio de bolsillo. Sin embargo, un pequeño microscopio revelará maravillas mil veces más emocionantes que todo lo que Alicia vio detrás del espejo.