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Busca siempre la armonía completa de pensamiento, palabra y obra. Intenta siempre purificar tus pensamientos y todo irá bien. No hay nada más potente que el pensamiento. La acción sigue a la palabra y la palabra sigue al pensamiento. La palabra es el resultado de un pensamiento poderoso, y donde el pensamiento es poderoso y puro, el resultado es siempre poderoso y puro.