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Conmemoración de Gilberto de Sempringham, Fundador de la Orden Gilbertina, 1189 Hay quienes presumen tanto de su ingenio que se creen capaces de medir toda la naturaleza de las cosas por su intelecto, en el sentido de que estiman verdaderas todas las cosas que ven y falsas las que no ven. Por consiguiente, para que la mente del hombre pudiera liberarse de esta presunción y buscar humildemente la verdad, fue necesario que Dios le propusiera ciertas cosas que sobrepasan con mucho su intelecto.