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No hay santos de plata, por moribundos miserables, Aquí sobornados la ira del cielo mal correspondido; Pero tales techos llanos como la piedad podría levantar, Y sólo vocal con la alabanza del Creador.
No hay santos de plata, por moribundos miserables, Aquí sobornados la ira del cielo mal correspondido; Pero tales techos llanos como la piedad podría levantar, Y sólo vocal con la alabanza del Creador.