O el cristianismo es verdadero o es falso. Si apuestas a que es verdad, y crees en Dios y te sometes a Él, entonces si ES verdad, has ganado a Dios, el cielo y todo lo demás. Si es falso, no has perdido nada, pero has tenido una buena vida marcada por la paz y la ilusión de que, en última instancia, todo tiene sentido. Si apuestas a que el cristianismo no es verdad, y es falso, no has perdido nada. Pero si apuestas a que es falso, y resulta que es verdad, lo has perdido todo y te toca pasar la eternidad en el infierno.