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En los corredores de abajo no hay más que sueño. Y más quietos que nunca, en las ramas del huerto, celebran una cita con la luna, y el silencio es profundo, profundo, en las manzanas de asombro bañadas por la luna.
En los corredores de abajo no hay más que sueño. Y más quietos que nunca, en las ramas del huerto, celebran una cita con la luna, y el silencio es profundo, profundo, en las manzanas de asombro bañadas por la luna.