-
Cuando medites, vete a la soledad de un bosque, o a un rincón tranquilo, y entra en la cámara de tu corazón. Y mantén siempre despierto tu poder de discriminación.
Cuando medites, vete a la soledad de un bosque, o a un rincón tranquilo, y entra en la cámara de tu corazón. Y mantén siempre despierto tu poder de discriminación.