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Un inconveniente... puede acompañar a los intentos audaces y arduos: el fracaso frecuente puede desanimar. Este mal, sin embargo, no es más pernicioso que la lenta competencia que es la consecuencia natural de tareas demasiado fáciles.
Un inconveniente... puede acompañar a los intentos audaces y arduos: el fracaso frecuente puede desanimar. Este mal, sin embargo, no es más pernicioso que la lenta competencia que es la consecuencia natural de tareas demasiado fáciles.