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Déjame hacer mi trabajo cada día, y si las horas oscuras de la desesperación me vencen, que no olvide la fuerza que me consoló en la desolación de otros tiempos.
Déjame hacer mi trabajo cada día, y si las horas oscuras de la desesperación me vencen, que no olvide la fuerza que me consoló en la desolación de otros tiempos.