-
No soy optimista, porque no estoy seguro de que todo acabe bien. Tampoco soy pesimista, porque no estoy seguro de que todo acabe mal. Simplemente llevo la esperanza en el corazón. La esperanza es el sentimiento de que la vida y el trabajo tienen un sentido. Lo tienes o no lo tienes, independientemente del estado del mundo que te rodea. La vida sin esperanza es una vida vacía, aburrida e inútil. No puedo imaginar que pudiera esforzarme por algo si no llevara esperanza en mí. Doy gracias a Dios por este don. Es tan grande como la vida misma.