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  • Ayuda a ciertos líderes de la iglesia a identificar el hecho de que tienen el don espiritual de liderazgo del que habla la Biblia en Romanos 12:8. Una vez que usted entiende que Dios le ha dado un don, entonces el entrenamiento se vuelve más serio. Cuando recibes un mejor entrenamiento, te vuelves más efectivo en la posición de liderazgo que Dios te ha asignado.