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  • El cristianismo tiene un sistema de defensa incorporado: cualquier cosa que cuestione una creencia, no importa lo lógico que sea el argumento, es obra de Satanás por el mero hecho de que te hace cuestionar una creencia. Es un mecanismo de defensa muy interesante y la única manera de superarlo -y créanme, fui criado como Bautista del Sur- es tomar cantidades masivas de hongos, sentarse en un campo y simplemente decir: "Muéstrame".