-
Quizá podamos, dentro de la anatomía de nuestra imaginación, pensar una vez más en el cuerpo desnudo como recipiente de gracia, gusto y maravilla. En la manchada historia del arte han ocurrido cosas más extrañas.
Quizá podamos, dentro de la anatomía de nuestra imaginación, pensar una vez más en el cuerpo desnudo como recipiente de gracia, gusto y maravilla. En la manchada historia del arte han ocurrido cosas más extrañas.