Pero no hemos aprovechado bien nuestras aguas. Nuestros principales ríos están contaminados por residuos nocivos. Los contaminantes de las ciudades y las industrias matan a los peces de nuestros arroyos. Muchos cursos de agua están cubiertos de manchas de petróleo y contienen crecimientos de algas que destruyen la vida productiva y hacen que el agua no sea apta para el recreo. "Agua contaminada, prohibido bañarse" se ha convertido en un letrero familiar en demasiadas playas y ríos. Un lago que ha servido a muchas generaciones de hombres ahora puede ser destruido por el hombre en menos de una generación.