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No estoy aquí para pasar cortesías o cumplidos con usted, sino por otros asuntos. He soportado su mezquindad tanto como pienso hacerlo. Has hecho el papel de un maldito canalla, y eres un cobarde, y si tuvieras algo de hombre te daría una bofetada en las mandíbulas y te obligaría a resentirte. Da igual que no me des más órdenes, porque no las obedeceré... y como te digo que si vuelves a intentar interferir conmigo o cruzarte en mi camino será a riesgo de tu vida.