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Sé paciente con todos, pero sobre todo contigo mismo. Quiero decir que no te desanimes por tus imperfecciones, sino que te levantes siempre con ánimo renovado. ¿Cómo vamos a ser pacientes con las faltas de nuestro prójimo si somos impacientes con las nuestras? El que se inquieta por sus propias faltas no las corregirá. Toda corrección provechosa proviene de una mente tranquila y pacífica.