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Sobre las almas de los hombres se extienden las alas de cóndor de monstruos colosales y todo tipo de cosas malignas se ceban en el corazón, el alma y el cuerpo del Hombre. Sin embargo, puede que algún día lejano las sombras se desvanezcan y el Prince de la Oscuridad sea encadenado para siempre en su infierno. Y hasta entonces, la humanidad sólo puede resistir con firmeza a los monstruos en su propio corazón y fuera de él, y con la ayuda de Dios aún puede triunfar.