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Años después, quizás, pueda amanecer una era, Más afortunada, ¡ay! que nosotros, Que sin dureza será sabia, Y alegre sin frivolidad.
Años después, quizás, pueda amanecer una era, Más afortunada, ¡ay! que nosotros, Que sin dureza será sabia, Y alegre sin frivolidad.