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Me divierte ver desde mi ventana cómo un hombre ha dividido y delimitado sus dominios. Dios debe sonreír ante sus vallas insignificantes que corren de aquí para allá por toda la tierra.
Me divierte ver desde mi ventana cómo un hombre ha dividido y delimitado sus dominios. Dios debe sonreír ante sus vallas insignificantes que corren de aquí para allá por toda la tierra.