-
Pero lo cierto es que, para que una persona tenga éxito dirigiendo a otras, debe enfrentarse a la realidad y estar dispuesta a aceptar el hecho de que el liderazgo, a veces, puede sacar lo peor de nosotros mismos. Comprender y aceptar el lado oscuro de nuestra personalidad es la clave para afrontar las situaciones de la vida real.