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Los grandes líderes militares del pasado se han ido, sus imperios se han desmoronado y se han convertido en cenizas. Pero el imperio de Jesús, construido sólida y majestuosamente sobre los cimientos del amor, sigue creciendo.
Los grandes líderes militares del pasado se han ido, sus imperios se han desmoronado y se han convertido en cenizas. Pero el imperio de Jesús, construido sólida y majestuosamente sobre los cimientos del amor, sigue creciendo.