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Dios... no pretende ayudarnos a vivir la vida cristiana. La inmadurez considera al Señor Jesús como un ayudante. La madurez sabe que Él es la vida misma.
Dios... no pretende ayudarnos a vivir la vida cristiana. La inmadurez considera al Señor Jesús como un ayudante. La madurez sabe que Él es la vida misma.