-
Porque pasara lo que pasara, tenía la tranquilidad de saber que toda la cháchara, los insultos, las dudas... todo eso no era más que ruido. No me definía. No cambiaba quién era yo. Y lo más importante, no podía retenerme.
Porque pasara lo que pasara, tenía la tranquilidad de saber que toda la cháchara, los insultos, las dudas... todo eso no era más que ruido. No me definía. No cambiaba quién era yo. Y lo más importante, no podía retenerme.