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La honradez no es lo mismo que la verdad. Ése es el obstáculo de la noción de verdades relativas. Me gustaría depositar mi confianza en el lunático. Es el menos preocupado por lo que pienso de él, la marca de un hombre honesto. Siempre puedo confiar en que será completamente honesto en lo que piensa y siente, sobre cualquier cosa, sin importar las consecuencias que se le presenten, sin embargo, sin un curso de racionalidad, no puedo necesariamente creer en su palabra, ni siquiera en su bienestar en su propia realidad.