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Nuestras vidas son bastante tranquilas. Entrar en la autopista es lo más parecido a arriesgar la vida. Así que lo que falta ahora es esa emoción primaria de estar muerto de miedo, y creo que por eso la gente ansía emociones como las montañas rusas o las películas de miedo. Te dan la oportunidad de sentir esa emoción tan primaria en un entorno muy controlado.