-
Cómo puede [el escritor de hoy] ser honrado, cuando no se honra a sí mismo; cuando se pierde en la multitud; cuando ya no es el legislador, sino el adulador, plegándose a la vertiginosa opinión de un público imprudente.
Cómo puede [el escritor de hoy] ser honrado, cuando no se honra a sí mismo; cuando se pierde en la multitud; cuando ya no es el legislador, sino el adulador, plegándose a la vertiginosa opinión de un público imprudente.