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Si quieres merecer el infierno, no tienes más que quedarte en la cama. El mundo es iniquidad; si lo aceptas eres cómplice, si lo cambias eres verdugo.
Si quieres merecer el infierno, no tienes más que quedarte en la cama. El mundo es iniquidad; si lo aceptas eres cómplice, si lo cambias eres verdugo.