-
Realmente se me ha metido en la cabeza intentar ser Senador de los Estados Unidos y, si pudiera contar con su apoyo, mis posibilidades serían razonablemente buenas. Pero sé, y lo reconozco, que usted tiene tanto derecho como yo al puesto, y por lo tanto no puedo pedirle que me apoye, si está pensando en ser candidato usted mismo. Sin embargo, si no lo hace, me gustaría que me recordara afectuosamente y también que se hiciera notar por mí entre los miembros anti-Nebraska de su región.