-
LA DIFUSIÓN DEL CRISTIANISMO EN EL SIGLO XIX SE DEBIÓ PRINCIPALMENTE A UN NUEVO ESTALLIDO DE VIDA RELIGIOSA EMANADO DEL IMPULSO CRISTIANO. . . . EL IMPULSO CRISTIANO NUNCA HABÍA DADO LUGAR A TANTOS MOVIMIENTOS NUEVOS EN UN PERÍODO DE TIEMPO TAN LARGO. NUNCA HABÍA TENIDO UN EFECTO TAN GRANDE SOBRE LOS PUEBLOS DE EUROPA OCCIDENTAL. DE ESTE VIGOR DESBORDANTE SURGIÓ LA EMPRESA MISIONERA QUE DURANTE EL SIGLO XIX AUMENTÓ TANTO LA FUERZA NUMÉRICA Y LA INFLUENCIA DEL CRISTIANISMO.