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Él ha hecho sonar la trompeta que nunca llamará a la retirada; Él está tamizando los corazones de los hombres ante su tribunal. Oh, que mi alma se apresure a responderle, que mis pies estén jubilosos. Nuestro Dios está marchando.
Él ha hecho sonar la trompeta que nunca llamará a la retirada; Él está tamizando los corazones de los hombres ante su tribunal. Oh, que mi alma se apresure a responderle, que mis pies estén jubilosos. Nuestro Dios está marchando.