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Un gran viento barrió el gueto, llevándose la vergüenza, la invisibilidad y cuatro siglos de humillación. Pero cuando el viento amainó la gente vio que sólo había sido una pequeña brisa, amistosa, casi suave.
Un gran viento barrió el gueto, llevándose la vergüenza, la invisibilidad y cuatro siglos de humillación. Pero cuando el viento amainó la gente vio que sólo había sido una pequeña brisa, amistosa, casi suave.