-
En un coche siempre estás en un compartimento, y como estás acostumbrado no te das cuenta de que a través de esa ventanilla todo lo que ves es más televisión. Eres un observador pasivo y todo se mueve a tu lado aburridamente en un marco. En un ciclo, el marco desaparece. Estás completamente en contacto con todo. Estás dentro de la escena, ya no sólo mirándola, y la sensación de presencia es abrumadora.