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Despierta, despierta, mi lira, y cuenta la humilde historia de tu silenciosa dueña, con sonidos que prevalezcan, sonidos que inspiren suaves pensamientos, aunque ella sea tan excelsa y yo tan humilde.
Despierta, despierta, mi lira, y cuenta la humilde historia de tu silenciosa dueña, con sonidos que prevalezcan, sonidos que inspiren suaves pensamientos, aunque ella sea tan excelsa y yo tan humilde.