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De hecho, si eres madre o padre, te llenas de oxitocina cuando tienes un hijo. Te hace querer al bebé, aunque parezca una lagartija. Te parecerá la cosa más bonita del mundo.
De hecho, si eres madre o padre, te llenas de oxitocina cuando tienes un hijo. Te hace querer al bebé, aunque parezca una lagartija. Te parecerá la cosa más bonita del mundo.