-
Algunos príncipes nacen en palacios. Otros nacen en pesebres. Pero unos pocos nacen en la imaginación, de retazos de historia y esperanza... Barack Hussein Obama no ganó por el color de su piel. Tampoco ganó a pesar de él. Ganó porque en un momento muy peligroso en la vida de un país todavía joven, más gente de la que nunca antes había hablado se unió para intentar salvarlo. Y eso fue una victoria en sí misma.