[Parece haber habido un declive real del pensamiento racional. Estados Unidos se había convertido en un lugar donde los artistas y los deportistas profesionales eran confundidos con personas importantes. Se les idolatraba y se les trataba como líderes; se pedía su opinión sobre todo y se tomaban a sí mismos igual de en serio; después de todo, si a un atleta se le paga un millón o más al año, sabe que es importante... así que sus opiniones sobre asuntos exteriores y política interior también deben ser importantes, aunque demuestre ser un ignorante y un subliterato cada vez que abre la boca.