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El rostro de la noche será una vieja herida que se reabre cada tarde, impasible y viva. El silencio lejano dolerá como un alma, muda, en la oscuridad. Hablaremos a la noche mientras susurra suavemente.
El rostro de la noche será una vieja herida que se reabre cada tarde, impasible y viva. El silencio lejano dolerá como un alma, muda, en la oscuridad. Hablaremos a la noche mientras susurra suavemente.