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Los palos se rompen, las piedras se desmoronan, Los altares eternos se inclinan y caen, Sanciones y cuentos se dislumbran como niebla Sobre el evangelista asombrado. Se mantiene desencajado de la edad a la juventud Sobre un punto de la verdad.
Los palos se rompen, las piedras se desmoronan, Los altares eternos se inclinan y caen, Sanciones y cuentos se dislumbran como niebla Sobre el evangelista asombrado. Se mantiene desencajado de la edad a la juventud Sobre un punto de la verdad.