-
No me interesa cambiar ni de traje ni de coche ni de lo que sea con cada cambio de moda. Eso es irrelevante. No me juzgo ni juzgo a mis amigos por sus modas. Por supuesto, no apruebo a la gente descuidada e innecesariamente desaliñada... Pero no me impresiona un traje de Armani de 5.000 o 10.000 dólares.