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Es fácil caer en la trampa de un propósito aplazado, de la promesa de que el futuro nunca podrá cumplirse, y yo había caído en el más mezquino de los autoengaños al hacerme creer que todo aquello era la preparación de grandes cosas por venir.
Es fácil caer en la trampa de un propósito aplazado, de la promesa de que el futuro nunca podrá cumplirse, y yo había caído en el más mezquino de los autoengaños al hacerme creer que todo aquello era la preparación de grandes cosas por venir.