Si pensamos que podemos proteger a nuestro país simplemente hablando con dureza sin actuar con dureza e inteligencia, malinterpretaremos este momento y perderemos sus oportunidades. Si pensamos que podemos utilizar el mismo manual partidista en el que nos limitamos a cuestionar el patriotismo de nuestro oponente para ganar unas elecciones, entonces el pueblo estadounidense saldrá perdiendo. Los tiempos son demasiado serios para este tipo de política.